Muerte de un testigo. Capitulo 10
Pablo el pequeño traficante y Ramón el suministrador de las damas, ingresaron en celdas separadas en la jefatura central de la policía a espera de ser llamados por el juez para declarar, su abogado se presentó para decirle que no hablara hasta que lo hiciera en el juicio si este se llegará a celebrar, por que el confiaba que lo sacaría sin cargos.
Lucrecia llamó a la esposa de uno de los policías para hacerle un encargo. Le llevaría a la comisaría esa tarde a última hora un termo con café y un bocadillo para la cena pues el policía no salía de servicio hasta las doce de la noche.
Un mensajero llevó a casa de la mujer un termo, en el interior con el café había una capsula hermética con dos gramos de cocaína adulterada con estricnina y arsénico, se la llevo al marido a la jefatura.
Antes de salir de servicio a las doce menos cinco de la noche, sacó la capsula y se la llevó a la celda de Ramón…toma, esto es un regalo de Lucrecia, para que no pases una mala noche y se marchó…a las doce y media una ambulancia recogía a Ramón por el que no pudieron hacer nada, llegó muerto al hospital.
El comisario de guardia, no podía determinar si esa droga se la suministró algún policía o la traía Ramón camuflada en alguna parte de su cuerpo o en los dobladillos de la ropa.
Un mensaje de texto llegó al móvil del investigador judicial del caso…me parece que la ballena se tragó al pececito…el mensaje provenía del agente secreto que investigaba las actividades de las damas.
El fiscal cuando llegó por la mañana a su despacho se enteró de lo sucedido y llamó a los investigadores que tenían que haberle informado de cualquier contingencia y les habló a gritos, soy una pandilla de incompetentes, como es posible que maten a un testigo importante dentro de la misma comisaría y nadie sepa nada…el silencio fue suficientemente elocuente, los policías se miraran unos a otros sin saber como reaccionar…salid de mi despacho, a las doce quiero a todos los investigadores del caso en la sala de reuniones.
Cuando se celebró la reunión, nadie tenia algún dato nuevo que aportar, uno de los agentes de vigilancia dijo que las damas desde que volvieron no habían tenido ninguna actividad que levantara sospechas, las escuchas electrónicas en la casa no habían aportado ningún resultado y aparte de las reuniones diarias en la casa de Lucrecia y sus cenas en los restaurantes que eran publicas y de las que no pretendían esconderse, las damas permanecían toda la mañana en sus mansiones, hemos pedido una orden judicial para pinchar sus teléfonos pero el juez no encuentra argumentos en que basar esa decisión, tenemos que presentar algo tangible para conseguir la orden.
Sonó el móvil del inspector jefe, hablo solo un minuto y al colgar comunicó a los presentes, esta mañana se encontró el ama de llaves a la señora Vanesa muerta, por las características de la muerte, parece ser la misma causa que mató a Ramón en la celda…
Un profundo silencio se apoderó de todos menos uno que sonriendo dijo, ya tenemos una menos por la que preocuparnos…
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