Un derroche de alegría truncado.-Capítulo 24




Capítulo 24.-

Un derroche de alegría truncado.-


Siendo este libro una autobiografía, hasta el momento he hablado poco de mi vida familiar y mucho sobre la relación de ese amigo que tantos disgustos me ha dado. El día de mi boda tuve dos agradables sorpresa, una la llegada de mi primo Alfonso de Madrid, hermano de Mercedes que aún no conocía.

Como era característico en mi, siempre me estaba riendo. En mi oficina me decían el sonrisas...

Me casé en verano con un traje de terciopelo que se empeñó mi madre en que me hiciera el sastre de mi padre, lo que sudé con ese traje no os lo podéis ni imaginar...Yo unos meses antes me había comprado uno en una tienda de ropa por la que pase al salir a tomar café en la oficina. Lo vi en un escaparte y pedí me lo prepararan.
Cuando se lo llevé a mi madre para que lo viera me dice, pero tu estas loco?, es el día de tu boda y tienes que hacerte algo especial. Fui a ese sastre y me hice eso que parecía más una sudadera que un traje...pero como mi madre me veía muy lindo, pues nada, a sudar se dijo...envidiaba a los que iban en mangas de camisa mientras yo parecía un pavo al horno...

En la iglesia estaba muy distraído y cuando el cura me pregunto, ¿quiere usted...?, no me enteré de nada, subió el tono de voz y Rosi fue la que tocándome la manga del traje me hizo señas para el cura y yo dije, si claro, no voy a querer...me llegaron risas desde el fondo de la iglesia...

Después ella y yo hicimos un fabuloso viaje por Francia, Suiza, hasta Italia. Lo de ver las riquezas del Vaticano, a parte de su belleza me creó muchos sentimientos encontrados y hasta tristes, no podía comprender que hubiera tanta gente en el mundo muriendo de hambre con esos recursos que parecían inagotables de la iglesia católica, pero no era muy diferentes esas sensaciones cuando en los internados podía ver en sus iglesias un derroche de lujo en sus claustros y la comida ha veces era escasa. Pero el viaje fue fabuloso propiciado por mi suegro que nos regaló un millón de pesetas de la época que había estado ahorrando para le ocasión. Muy seguido nacieron mis tres reyes...


Mi vida hasta ese momento era tranquila y sin sobresaltos, pero todo cambiaría cuando dejé mi trabajo en A:E:G para montar una constructora y un bar de copas, es muy difícil conjugar una vida familiar normal con los horarios que tenia el pub...Durante el día me dedicaba a las obras y por la noche hasta la madrugada a beber balentain y servir copas, eso me pasaría una gran factura personal.

Me costó el divorcio porque no decía que no a un cuerpo que se me insinuara y mi vida familiar cambió dramáticamente, aunque no quiero ponerme triste hablando de ello...

Parece que la vida no te deja mucho tiempo con tus alegrías, hoy lo estaba, pero una llamada telefónica me la ha cortado de golpe. La responsable de la casa de acogida donde esta Pedro, me ha preguntado que si el estaba conmigo, por la mañana temprano había salido sin que nadie supiera nada y hasta ese momento que era las dos de la tarde, no había echo acto de presencia ni llamado. 

Hasta las siete de la tarde no supimos nada de el, lo cogió la Policía Local por una llamada del servicio de seguridad del Corte Ingles, lo tenían retenido por robar y se lo llevaron. No podían retenerlo más de 24 horas, por que la cantidad robada no alcanzaba para constituir un delito, pero pasó la noche en los calabozos de la comisaria. Los responsables de la casa tenían que decidir ahora si expulsarlo o seguir dándole otra oportunidad. Fui a verlo y al preguntarle porque, se encogió de hombros y me dijo, lo se, he cometido una tontería...Pedro, cuantas más hasta que tenga que ir a verte al cementerio...te juro que no volverá a pasar Ángel, se que en ello me va la vida si no salgo adelante con esa basura que me esta matando poco  apoco...

A mi no me jures nada mi amigo, mírate en el espejo y convéncete de lo que vas a hacer con tu vida y si no, mátate de verdad y deja que la gente descanse...me fue a abrazar y di media vuelta...

Un rayo de luz.-Historia 24

Historia 24.- Un rayo de luz.

¿Cuántas veces se ha sentido tan desesperada una mujer en la desolación de un matrimonio mal avenido como consecuencia de la actuación de un marido falto de comprensión y respeto?...

Esta cuestión la puede contestar toda esa legión de mujeres que saben perfectamente de que estoy hablando… Y cuantas veces, han deseado que un rayo de luz, ilumine el camino que la saque de esa senda tenebrosa en la que se están moviendo y que llegan a tal nivel de oscuridad que desean todo termine...

Para ti que has pasado o estas pasando por esta situación escribo esto, si la has pasado para que nunca lo olvides, porque aunque las puertas de un pasado doloroso hay que cerrarlas, nunca hay que olvidar lo que te llevó a ese estado en el que te encontrabas. Y a ti que estas pasando por esta situación, para que busques con todas tus ganas ese rayo de luz que ilumine tu sendero.

Aunque esta novela por historias que estoy escribiendo se titula, Todas las mujeres son iguales, aquellas que habéis leído los anteriores capítulos, os habréis dado cuenta que el titulo no se ajusta a la realidad y era mi intención desde el principio, para precisamente destacar que no todas las mujeres son iguales, por que cada historia se soluciona de una forma diferente y cada mujer es un mundo...

Aunque mis historias se centran en mujeres, esta de un rayo de luz es aplicable tanto a ellas como a los hombres y confieso que en más de una ocasión, yo he necesitado la luz entera del universo para mí.
Estoy convencido, que precisamente las personas que más profundamente hemos estado en la oscuridad y hemos salido de ella, somos los más sensibles para comprender las emociones ajenas y mas empático a la hora de poner en los sentimientos ajenos toda nuestra comprensión. 

Por mucho que lo deseemos cuando estamos en la penumbra, ese rayo que necesitamos que nos alumbre, no se enciende solo, es algo que tenemos que buscar en nuestro interior con las esperanzas puestas en que lo veremos con los ojos del alma.

Seguramente, hoy esta entrada es pura retorica porque yo no doy soluciones, ni tampoco las tengo para aquellas que están sufriendo la deslealtad de esos hombres que tenían que llenaros de felicidad y amor, pero si se una cosa, yo a veces he descubierto ese rayo de luz, del más mínimo comentario que he leído o alguna reflexión bien intencionada de un buen ser humano que te muestra solo la punta del hilo de una bobina para que tu tires y desenmarañes todos los pensamientos positivos que hay detrás en el carrete...


Te deseo que jamás te sientas a oscuras...