Capitulo 1.-Hombre o animal...


Capitulo 1.-Hombre o animal

Desde que puedo recordar, vivo en una pequeña cueva solitaria sin contacto con otros humanos en el pirineo Aragonés, mi única compañía son dos mastines de apariencia tan grotesca y desagradable como la mía, que en algún momento hicieron acto de presencia cuando me encontraba enfermo y hambriento…la hembra llevaba una mano humana en la boca que dejó en el suelo junto a mi…

Mi dentadura está muy desarrollada, hasta el punto que mis colmillos se clavan en mi labio inferior que me cuelga por un desgarro que sufrí en un enfrentamiento con lobos y mi cráneo, en parte pelado alrededor de una enorme hendidura producto de una dentella, confiere a mi cabeza una imagen repugnante.
Mi potente dentadura, me permite comer la carne cruda y esa mano iba a ser todo un festín para mi .vacío estómago... la devoré con los huesos que crujían a cada bocado...Era la primera vez que comía carne humana, pero no sería la última…

Aún me sentía débil para levantarme, cuando la hembra me trajo lo que era la parte del muslo de algún niño y como la mano también era pequeña, pensé seria del mismo individuo y que probablemente tuvieran el resto guardado en alguna cueva de los alrededores…con esa última comida me sentí de nuevo fuerte y con ganas de utilizar a mis nuevos y sanguinarios amigos para alimentarme.

Al día siguiente, até con unas cuerdas de cáñamo a las dos bestias que me enseñaban sus enormes mandíbulas mientras lo hacía  y las cerraban con un golpe seco intentando atrapar mi muñeca, un golpe firme en el hocico con una raíz terminada en una maza, terminó con sus intentos mientras un aullido de dolor quebraban sus gargantas…ahora sabían quién mandaba…salimos a inspeccionar las cuevas en dirección a la aldea y los perros se adentraron en una donde me enseñaron sus tesoros…varios cráneos juntos a diferentes huesos que por su tamaño eran de niños, alfombraban el suelo en un ambiente tétrico, un olor nauseabundo acompañaban a unos  restos aún con carne que parecía ser la fuente de mi última comida…

La cueva estaba como a diez kilómetros de la aldea más cercana, en un sitio poco accesible, por lo que no tenía encuentros con seres humanos, la única vez que vi a uno me miró como si viera al mismo diablo…intentó correr asustado y mis ágiles piernas lo alcanzaron al momento y cayó fulminado cuando mi maza le abrió el cráneo en dos, lo metí en unos matorrales para que lo devoraran las alimañas…ese territorio era solo mío, eso sucedió antes de llegar los perros y ahora pensaba…que desperdicio de carne…



Cuando vimos la mal nutrida despensa con solo algún despojos, los perros y yo sabíamos que teníamos que ir de caza, nos encaminamos a la aldea…allí estaba jugando en el río una niña de unos diez años, sola y demasiado lejos de su choza para que escucharan sus gritos, de tres zancadas llegué junto a ella y le tapé la boca, mientras  los perros destrozaba sus tobillos para que no pudiera correr si se soltaba… los cuatro nos zambullimos en el interior del monte para desaparecer...

Historia 1.- Divergencias....

Historia 1.- Divergencias.
Pablo y Susana son un matrimonio que se llevan bien porque nunca discutían, pero hoy…
Suena el despertador y ella le va a dar un beso…el, aparta la cara, no, aún no me lavé los dientes.
Se sientan a desayunar, el toma un periódico con una mano y la tostada con la otra y ella pregunta...
¿Amor, como has dormido?
Sin levantar la vista murmura, ummm,
Chato, me gustaría ir el sábado al cine…
¿Es que no puedo ver la bolsa tranquilo?
Pero si no tenemos acciones ¿que más te da?…
Tu con tal de fastidiarme Susana, no me dejas…Susana ya no dice ni una palabra.
El se pone la chaqueta y abre la puerta, ella se acerca a darle un beso y el la cierra antes de que llegue…

Llega a la oficina sonriente y le da un beso a Penélope, a Josefina y le gasta una broma a un compañero que sonríe…se siente satisfecho de sí mismo por lo simpático que es y lo que lo quieren sus compañeros…

Vuelve en la noche a su casa como si se hubiera tragado un limonero, Susana lo va a besar y se aparta diciendo que viene muy sucio de la calle, se sientan a cenar, toma de nuevo el mismo periódico…
Ella le pregunta… ¿y eso del cine?, El ummm, lo del cine…
Que inoportuna eres, estoy repasando la bolsa, pero Pablo, es el mismo periódico de la mañana, ¿es que ya se actualizan solos?

Mirando a su mujer le vuelve a decir, desde luego tu con tal de fastidiar…

Se acuestan y ella siente la necesidad de que la abrace, el se aparta, déjalo Susana estoy hoy muy cansado, ella se da la vuelta y se le escapa una lagrima…

Un día llega temprano a casa y hay un guapo joven que le enseña una biblioteca en un catalogo, los mira a los dos como si quisiera fulminarlos con la mirada, el joven que solo pretendía ganarse unos euros, se percata de la situación y disculpándose, ya volveré otro día, toma sus catálogos y se marcha.

Al quedarse solos se genera una fuerte discusión…
¿Es que en cuanto me de la vuelta vas a meter un tío en mi casa?
Pero Pablo, solo era un vendedor de libros. Si claro tu qué vas a decir…
Llevas sin tocarme ocho meses y no se me ocurre pensar en otro hombre…
La discusión aumenta de tono y ella ya cansada va a su cuarto, hace las maletas y se va.
Pablo no hizo ningún gesto para detenerla.

Terminan divorciándose y Pablo se casa con su compañera Penélope,
quizás pensando que abreviando su nombre, se quedé en Pene y le sirva para algo…

Una semana como en la luna de miel y una mañana al sonar el despertador, el le va a dar un beso
y  Penélope le dice, no, aún tengo restos de maquillaje…
Se sientan a desayunar y ella se dedica a poner sms y a hablar con las amigas, el intenta tener una conversación, pero continuamente ella se evade diciendo que está muy ocupada hablando… se pone la chaqueta y ella ni se levanta a despedirlo…
En la cena Penélope está demasiado atenta a una telenovela y le pide que la deje en paz.
Se acuestan y él se siente solo, no pretende sexo, solo sentirse querido,
pero ella le dice que tuvo un día agotador y que la deje dormir…

Pablo se da la vuelta triste y de sus escasas neuronas divergentes, pare solo cinco palabras…
Todas las mujeres son iguales... 
Seguramente después de eso, Pablo recordará toda su vida a la mujer que tantas atenciones le prodigaba.

Conociendo a las damas...

Conociendo a las damas...



La dama de blanco era la señora Lucrecia, como el color de fondo blanco del tablero del parchís, reunía a todas sus fichas, no tenia que tirar los dados para moverlas, su liderazgo estaba claro y lo respaldaba un carácter fuerte, físicamente  la más alta de todas, aficionada a la natación y con pinta de haberse tragado a Tarzán de los monos en sus mejores tiempos.

Como a sus cinco amigas, a Lucrecia la abandonó su madre en la casa cuna de Sevilla, la dejó en un torno que había en la pared parecido a un pasa platos, de esa forma la madre se evitaba la vergüenza de explicar que su hija era ilegitima y las monjas tenían un inquilino mas para sacar más subvención a la Diputación de Sevilla…

Allí conoció a sus amiguitas y allí se llevaron todas a los ocho año los primeros palmetazos en las manos por curiosearse unas a otras donde las monjas no permiten la curiosidad por que es pecado mortal, eso les hizo ser más curiosas…de niños ya se sabe, si te lo prohíben los adultos, es porque tiene que ser algo bueno.

La edad límite para estar en la casa cuna era a los nueve años, las trasladaron juntas a un internado de menores y allí se afianzo el liderazgo de Lucrecia cuando en su cumpleaños catorce, la directora le regaló una caja de bombones y el joven jardinero, una cajetilla de tabaco rubio americano, fue una ganga porque solo le costó subirse la falda.
La cosa se complicó cuando el jardinero le ofreció un cartón de tabaco por ir más allá, fueron mucho más allá donde estaba el huerto y en el cobertizo, Lucrecia se clavó por primera vez el  rastrillo en la espalda. Las amigas que la habían seguido, también querían su cartón de tabaco, pero el jardinero no tenia para todas y tendrían que esperar…

La señorita Lucrecia, tuvo la mala suerte de enamorase del jardinero y lloraba sola y desconsolada cada vez que una de sus amigas aparecía con un cartón de tabaco.
Juraba continuamente que se vengaría de los hombres y ese veneno suyo se lo transmitió cada día a sus amigas que hicieron causa común con ella.

A los dieciséis años, recibió el regalo que todas esperaban, una casa de acogida, la puerta trasera para evitar las costosas adopciones y sus trámites legales.
Las acogió un matrimonio sin hijos con una gran fortuna, el senador y ella marquesa.
Como senador descendiente de una larga lista de políticos en la familia, sus propiedades se repartían por medio mundo, aprendió de su padre y de su abuelo el arte de acumular riquezas sin levantar sospechas, todos sabemos que es más fácil eso, que despistar de la vitrina de un supermercado un pollo y además por mucha hambre que tengas, está mal visto…

Para un señor de 51 años con una señora arisca y poco agraciada, la señorita en esa casa era una bomba de relojería, máxime cuando ella sabía muy bien que quería.
Los continuos cruces de sus piernas cuando se sentaba frente a él, la forma de agacharse a por los objetos de frente y abriendo las rodillas, la puerta del baño abierta casualmente cuando se duchaba, pero siempre cuando no estaba su mujer, aunque nunca se insinúo, todo parecía un juego inocente…

A Don Tomas le crecía cada vez más la lengua y sentía que se iba a ahogar en su propia saliva, el calor en su cara se hacía insoportable y el dolor de sus partes nobles de su noble persona, a veces tenía que aplacarlos con sesiones de auto-complacencia…
En una ocasión que Don Tomas creía tenerlo muy claro, ella le paró los pies…pero Don Tomas, no se equivoque conmigo, soy una chica decente…terminó de volverlo loco.

A su mujer cada vez la mandaba mas fines de semana a un balneario donde se tomaba baños de barro, a ella le decía que era bueno para la piel, por dentro pensaba que donde mejor están los cerdos es en el barro…

La agonía de Don Tomas crecía día a día. Antes de cumplir Lucrecia sus dieciocho años, el senador estaba en plena campaña por la presidencia, no había mejor momento para poner en práctica el plan trazado por la señorita. Se dejó de rodeos, se dejó de tonterías y también se dejó coger. Solo una vez por que el senador no le gustaba y no dejaba de pensar en su jardinero.

Previamente, ella había colocado una cámara de vídeo en su habitación y las vergüenzas de Don Tomas quedaron inmortalizadas. También las de la señorita Lucrecia, pero a mi entender, ella perdió la vergüenza cuando se levanto la falda por un paquete de tabaco.

La jugada le salió perfecta cuando un Don Tomas terriblemente abatido y asustado, contemplaba ese vídeo que amenazaba hacer público si no cumplían sus exigencias. Aún era menor cuando se grabó.
Según Lucrecia no era mucho para su enorme fortuna, 6.000 euros al mes de forma vitalicia y la mansión de los padres fallecidos que estaba al lado de la suya.
El senador aceptó el trato por que ella había depositado copias del vídeo en las cajas de seguridad de tres bancos y había dado orden al respecto de hacerlo público si a ella le pasaba algo. Pero de ninguna forma le pondría la mansión de los padres a su nombre, solo la dejaría vivir hasta su muerte, a cambio él correría con todos los gastos de la casa.
Doña Lucrecia se dio la gran vida y jamás permitió que la visitara su vecino…

A este senador es al que cada día la señora Rosario conocedora del chantaje que le hizo Lucrecia, le manda un afectuoso saludo con el dedo corazón levantado mientras sonríe, el hombre permanece impertérrito y sigue con sus prismático observando la ceremonia de subida por las escaleras hacia la mansión.

Doña Lucrecia nunca se casó, tenía suficiente con los postres del té de las cinco…

En plena forma, capitulo primero.



Capítulo 1

En plena forma.-

Me he encontrado con Pedro en el club de campo, desde hacía mucho tiempo no lo veía, se nota atlético y en muy buena forma, con ese bronceado especial que nos da un tono saludable por los juegos al sol, su favorito coincide con el mío, el tenis, o quizás solo sea por el snobismo que a los nuevos ricos nos produce ese orgasmo mental el sentirnos en la cúspide  de la sociedad inscritos en los mejores club...
El está en la pista de al lado y después de un breve pero afectuoso saludo, quedamos para tomar unas copas una vez terminemos nuestros juegos.

La conversación comienza como todas en las que tienes en común esos recuerdos de niños que tanto une y que tan buena excusa es siempre para romper el hielo que la distancia en el tiempo impone en las relaciones, aunque nuestro afecto se había conservado por los años y la alegría de estar juntos de nuevo, no era esa ficticia que tantas veces se producen en la calle con personas que apenas recuerda y te ves forzado a ser amable con sonrisas permanentes que te hacen parecer idiota...ademas ya paso de los cuarenta y me preocupa tanto las arrugas como a las mujeres, solo una persona que se preocupa de esas cosas, puede observar en otras el cuidado al que somete su piel para mantenerse joven y Pedro lo había conseguido por el momento...

Tenía una buena empresa de importaciones, me enseñó fotografías de su mujer y sus niños y esa que con tanto orgullo estaba como fondo de su móvil, un hermoso ferrari rojo deportivo que hasta a mi me dio envidia, se notaba que su posición económica superaba con crece a la mía, no sentí envidia, solo una gran satisfacción por el por qué a mi entender se lo merecía.

Pasamos una tarde maravillosa, después de comer nos fuimos a un pub que el conocía con actuaciones en directo de buenos humorista que nos hicieron reír con ganas...en un momento determinado, entró una morena de esas que decimos de infarto y se dirigió a nuestra mesa con sus movimientos insinuantes y mirando para todos lados como diciendo, aquí estoy yo...se paró en nuestra mesa y besando en la boca a Pedro se sienta con displicencia y satisfecha de si misma.
En principio pensé que era su mujer pues yo estuve trabajando muchos años en París y no había tenido la oportunidad de estar en su boda ni en su casa y no la conocía, pero la foto que me enseñó de su mujer un momento antes, no era la de una mujer que se pareciera en nada a esta que ha entrado.
No sabia que pensar por que las mujeres cambian mucho dependiendo como se arreglen.

Enseguida me sacó de dudas cuando mirándola me dice, ¿Te gusta lo que ves?...conseguí reprimir un ¡es preciosa tu mujer¡, cuando rápidamente el me dijo, es mi novia...tampoco le sonreí por eso, pues en el fondo me entristece esa relación al margen de su mujer, aunque sin saber todos los detalles no se me hubiera ocurrido juzgarlo interna o externamente.

Se levantaron juntos para ir al servicio, estaba una puerta al lado de la otra pero los dos se metieron en el de mujeres, al cabo de un rato y de forma visible al salir, se limpiaban las narices y en sus dedos quedaba un pequeño rastro de un polvo blanco evidenciando la adicción que los dos tenían...

Me despedí de el con mucha tristeza y preocupación, he visto a lo largo de mi vida muchas personas en buena forma tanto física como mentalmente, arruinar sus cuerpos y sus finanzas por ese veneno que poco a poco se mete en tu sangre y te llevan por un camino de destrucción hacia el abismo...

Venganza salvaje, novela de terror, prólogo.

Licencia Creative Commons

Por la crudeza de esta novela, no se recomienda la lectura a personas especialmente sensibles y resulta totalmente prohibido para menores de edad…

Capítulo 1.-Hombre o animal
Capítulo 2.-Su primera victima
Capítulo 3.-Matanza múltiple
Capítulo 4.-La matanza de los jabatos
Capítulo 5.-Cazador cazado
Capítulo 6.-Cruel venganza
Capítulo 7.-Doble asesinato
Capítulo 8.-Un cuadro macabro
Capítulo 9.-Parto grotesco
Capítulo 10.-Cuerpo profanado
Capítulo 11.-Conociendo el origen
Capítulo 12.-Asesinato de su hijo, Eva y Javier
Capítulo 13.-Empieza la cacería
Capítulo 14.-Hacia la cueva del engendro
Capítulo 15.-La cueva de los huesos
Capítulo 16.-Carnicería en la aldea
Capítulo 17.-La sandalia del pescador
Capítulo 18.-Con el rabo entre las piernas
Capítulo 19.-El cementerio crece
Capítulo 20.-De vuelta a la aldea
Capítulo 21.-La jauría sometida
Capítulo 22.- Venganza consumada
EPILOGO:

Venganza salvaje, Novela de terror de Ángel Reyes Burgos

Prólogo...

Albert Einstein dijo… Solo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana y de la primera no estoy muy seguro…lo que no tendrán ninguna duda al terminar de leer esta novela es de su infinita perversión…

Lo que aquí relato, son las experiencias de un psicópata que estuve entrevistando unos días… Estando en Aragón, me hablaron de unos terrible sucesos acaecidos en una remota aldea del pirineo, como periodista y psicólogo, sentí curiosidad por conocer los acontecimientos de primera mano, casi pierdo la vida en el intento, este hombre no hablaba con nadie y los que lo intentaron, nunca se les volvió a ver. Quizás me salvo la vida el hecho de que llevaba una foto de su madre que le enseñe cuando me iba a atacar.
Pasé tres semanas de un crudo invierno en su cueva tomando notas.

Me costó mucho escribir lo que me contaba porque su vocabulario era muy escaso y su pronunciación casi inteligible, pero después del trabajo que me costó el permitirme que le entrevistara, no dejaría la labor sin terminar…
En más de una ocasión, estuve por abandonar, las atrocidades que ese salvaje contaba, me ponían los vellos de punta, no sabía si tendría estomago para llegar al final de esta odisea...

No sabía su nombre, ni su edad ni cómo llegó hasta la cueva, tampoco recordaba haber tenido trato con otros humanos, lo primero que recuerda y me cuenta es, que un día se encontraba enfermo. Dos mastines negros con multitud de cicatrices, aparecieron por la mañana en su cueva llevando una mano y parte del brazo de un niño, había visto en una ocasión uno bañándose en el río y le recordaba a eso…la perra lo deposito junto a el en el suelo como si fuera un regalo, su hambre era acuciante y lo devoró en unos momentos, nunca había comido carne humana, le gustó y supo que iba a seguir comiéndola.
Su exagerada dentadura, le permitía rasgar la carne y triturar los huesos.
Su cabeza en parte pelada y una gran cicatriz sobre su sien derecha y con una hendidura en el cráneo, le conferían un aspecto tétrico y terrible, no me sentía cómodo mirándole a la cara, me inspiraba temor.

Conforme pasaban los días, mi mente se iba abriendo y confieso que en algún momento me identificaba con él, llegando a sonreír con sus salvajadas y sintiendo cierto placer en sus perverso comentarios, mi lucidez, estaba dando un vuelco peligroso...procuré aclarar mis ideas y seguir con el objetivo que me trajo hasta aquí, sin saber lo que el destino me había deparado al pasar con el tiempo, de ser medico a paciente…

Es probable que mi incipiente locura, este debida a escribir esta novela en primera persona, metiéndome en la piel de este psicópata y relatarla como si se tratará de mis propias vivencias, seguramente en algún momento tendré que desligarme de este ser infernal, si no quiero que su personalidad psicótica se transfiera a la mía convirtiéndome en un autentico asesino…


Las damas y el té de las 5, prologo

Licencia Creative Commons
Las damas y el té de las cinco por Ángel Reyes BUrgos se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

Las damas y el té de las cinco.
1) Prologo.-
2) Conociendo a las damas, Doña Lucrecia
3) Beatriz, la dama de rojo.
4) Vanesa, La dama de azul.
5) Rosario, la dama de amarillo. Boda con Don Bosco
6) Berta la dama de azul. Sus dos bodas.
7) Las damas desaparecidas.
8) De vuelta en Sevilla, tomando el té
9) En el dormitorio de Lucrecia
10) Acusación y detención de Berta
11) Muerte de un testigo
12) La confesión de Lucrecia
13) Planes de asesinato
14) El sorprendente giro de Berta
15) Muerte del senador
16) Persecución infernal, disparos contra Lucrecia…
17) Venganza póstuma
18) Tomando el té con la policía
19) La detención del turco
20) La mafia no perdona
21) Captura de Berta
22) Sorpresa y muerte
23) Epilogo:


Prologo.-

Cada día a las dieciséis horas, cuatro limusinas paraban en la escalinata de la mansión de la señora Lucrecia. Cada una de un color, rojo, azul, amarillo y verde, como el color de los vestidos de traje de chaqueta que vestían las cuatro damas. Cuatro chóferes uniformados abrían las cuatro puertas a la vez y cuatro pies derechos de las correspondientes señoras, a las dieciséis horas un minuto se plantaban en la acera.

Las cuatro pisaban a la vez el primer escalón que conducía a la mansión, (como si un estricto protocolo así lo exigiera)…donde la señora Lucrecia con su mano levantada en señal de saludo al estilo reina de Inglaterra y la sonrisa adquirida en muchas horas de entrenamiento frente al espejo, esperaba.

La dama de rojo, La señorita Beatriz, Siempre mirando hacia arriba a su anfitriona y sonriendo murmura, mirarla, que cara de zorra tiene y se la da de señora.
Aunque le gusta que le llamen señorita Beatriz, ya enterró a dos maridos. Con cada multimillonario marido muerto, aumentaba el tamaño de las posesiones más preciadas de su cuerpo. En la proa, dos revienta blusas desafiantes y en la popa dos balones de baloncesto que no sufrían la inflación, pero si de inflamación…

El valor de las joyas que portaba, era equivalente al producto nacional bruto de Guinea…Mientras subía se sintió acalorada por el roce de sus muslos y el recuerdo de las cinco juntas desnudas en las duchas del internado…

Vanesa, vestida con traje de chaqueta azul, cumplía los requisitos del grupo, creció con sus amigas en un orfanato donde las abandonaron en la época en que el grupo parchís de canciones infantiles triunfaba, siempre vestían con los colores que se asignaron.

Los roles nunca se cambiaban y hasta sus viviendas llevaban esa señal como color predominante.
Propietaria de una naviera, regalo prematuro de un prematuro marido muerto al caer accidentalmente por las escaleras, se jactaba de sus obras de caridad por que una vez al año, dejaba con uno de sus barcos en Mozambique, cien barriles de gas-oíl gratuitos, para los barcos pesqueros de un pariente lejano suyo, propietario de medio puerto…

Rosario con su traje amarillo y su extrema delgadez, me recordaba más a un plátano enderezado, aunque tengo que reconocer, que esos dos pomelos que lucía y su pronunciada retaguardia cuando se le miraba de lado, me alejaba de la visión de la fruta.

Rosario era dueña de un imperio que lo abarcaba todo, Industrias farmacéuticas, Casinos, Fabricas de armamento…todo cortesía de sus tres maridos muertos accidentalmente…al primero le fallaron los frenos de su mercedes cuando iba a esquiar en la zona de sierra nevada en Granada. El segundo en una explosión por escape de gas cuando estaba con su secretaria en una cabaña en las montañas. El tercero mordido por una mamba negra que se escapó accidentalmente del terrario que tenían en su casa cuando Rosario estaba pasando casualmente un fin de semana fuera.
Le hizo una señal con el dedo corazón levantado a un senador que como cada día estaba con sus prismáticos en la mansión de al lado para no perderse detalle.

Berta era toda una bomba, con su traje verde que hacia juego con sus ojos, la falda muy corta y sus generosos atributos, llamaba la atención a sus cuarenta y ocho años, sobre todo llamaba la atención de sus cuatro amigas desde los catorce años que estaba plenamente desarrollada y era la que se llevaba la mayor de las atenciones y caricias.

Berta solo se casó dos veces, enterró a un marido que por accidente se cayó en un pozo de cal viva que estaba abierto para enterrar a las vacas que murieron en la finca cuando la epidemia del mal de las vacas locas. Ella lo había ayudado con su todo terreno…

Se quedó con una inmensa fortuna, ganaderías por todo el mundo, mataderos, una flota de camiones y grandes supermercados y centros comerciales repartidos por varios países, aunque ella lo que más valoraba era su profesor de tenis…hasta que intentó chantajearla porque había visto como empujo a su marido y se lo echó a los cerdos.

Al llegar al final de la escalera donde Lucrecia esperaba, se dieron un beso protocolario y se metieron en la casa, a salvo de miradas indiscretas, se besaron en la boca…


Todas las mujeres son iguales, historias cortas

Licencia Creative Commons
Todas las mujeres son iguales por Ángel Reyes BUrgos se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://sonrrisasparati.blogspot.com.es/p/todas-las-mujeres-son-iguales-novela.html. Todas las mujeres son iguales, Novela

Novela con diferentes historias de amor, desengaños y venganzas donde la mujer es la protagonista.
Registrada en Safe Creative
Código: 1408311857259
Fecha 31-ago-2014 10:01 UTC
Licencia: Todos los derechos reservados.
Autor: Ángel Reyes Burgos

Todas las mujeres son iguales.-Prologo
Desde luego, yo no estoy conforme con esta sentencia de que todas las mujeres son iguales, de 3.400 millones de mujeres que habitan el planeta aproximadamente, no creo que haya dos iguales...y cada historia intenta demostrar lo confundido que estamos al aseverar eso y en clave de una narración a veces sarcástica, ir desgranando ese paralelismo que nos lleva a exclamar a veces que todas son iguales, quizás por nuestro desconocimiento de ese sexo que llamamos débil por ignorancia.

Las mujeres no son más fuertes o débiles que los hombres, solo son diferentes y casi siempre afrontan la vida con un sentido más práctico que el hombre. En las relaciones amorosas suelen ser más honestas y las que más sufren el nerviosismo de nuestra inquieta bragueta dispuesta siempre a las aventuras más disparatadas, a veces solo por sentir lo macho que somos sin pensar en el dolor y las consecuencias.

Generalmente tienen un sentido de la familia distinto al nuestro y su sentido del deber de madres, les lleva a aguantar situaciones de infidelidades y abandono por mantener en lo posible el equilibrio familiar y por eso muchas veces se callan esas infidelidades y soportan su carga en silencio...también en general, porque no son las que soportan el peso especifico de la economía familiar y sienten miedo a la separación y dejar a los hijos padeciendo necesidades, aunque eso está cambiando mucho y la mayoría de mujeres intentan emanciparse económicamente para no depender exclusivamente del hombre...

No tengo ninguna intención en esta novela de destacar o depreciar las cualidades masculinas o femeninas, solo es un ejercicio literario y mental de las diferentes situaciones por las que pasan diferentes parejas de todas las edades y condiciones y ni siquiera pretendo que haya conclusiones a cada caso, porque todos los que lean este libro habrán conocido en la vida situaciones parecidas por propia experiencia o ajena.

Pero lo que si tengo intención, es de hacer que en cada historia, la mujer concluya sus venganzas por el daño sufrido y es que a pesar de todo, soy un romántico y su defensor a ultranza, porque una me dio la vida....

Lo que no van a dudar conforme vayan leyendo los diferentes episodios, de que es cien por cien feministas porque así lo he decidido como compensación por todos los malos ratos que le damos...y al hombre que no le guste, que beba agua y cambie el paso, pero sobre todo no la lean...

Como se dice en algunas novelas, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, todas las historias son ficticias y no he conocido nunca casos reales de estas que aquí relato...

Como todo lo que escribo, intento que sea ameno y que disfruten leyendo...

Caminando hacia el abismo, Prologo.


Caminando hacia el abismo por Ángel Reyes BUrgos se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.


Autobiografía. Dedicada a todos los que creen, ¿En que?, "En el hombre"


Prólogo.-
Pedro era un niño hiperactivo y con una simpatía arrolladora, en el internado todos lo querían, tanto las monjas como las trabajadoras que se dedicaban al cuidado de los pequeños. Aunque algo travieso, sus travesuras eran inocentes, sus sonrisas permanentes y desde luego ya apuntaba su don de liderazgo que con su carácter arrollador imponía a sus amiguitos...

Esencialmente era un buen niño, aunque indisciplinado, su gran sensibilidad le hacia sentir las tristezas de sus compañeros y hacia lo posible por ayudarlos y consolarlos aunque el estuviera en peor situación por los castigo a los que estaba sometido por sus travesuras.

Se notaba ya su gran inteligencia, se ganaba con su especial forma de ser la admiración de sus maestras y participaba en todo lo relacionado con el teatro del que siempre quería ser el protagonista.
También participaba como monaguillo del culto de forma activa, aunque nunca supo si era por fe o por ese vino tan rico que le gustaba robar al cura de la sacristía...

Dentro de la férrea disciplina a la que se veía sometido en el internado, se sentía siempre muy feliz,  gran amante del deporte, del teatro y del canto, con esa voz infantil de tenor que lo ponía en primera fila del coro y de los campanilleros...Parece que su vida comenzó de forma idílica, no echando de menos nunca a esas familias que veía en la calle, las pocas veces que hacían una excursión por Sevilla. Prácticamente había nacido en el internado y no conocía otra cosa...
Esto es una novela absolutamente real, con un personaje real que caminó continuamente en la cuerda floja, a veces en la cúspide social y otras en el más sucio de los fangos.

Yo fui su mejor amigo, hace muchos, muchísimos años. También hace muchos años que quiero escribir sobre el, pues a través del tiempo he podido seguir algunos de sus éxitos y fracasos, los mismo que le llevaron a ser un empresario con logros importante en ocasiones y el máximo perdedor que he podido conocer a lo largo de mi vida...Muchas veces me he preguntado cómo una persona con ese talento especial que el tenia, puede equivocarse tanto como para coger ese fatídico destino, que lo llevó a caminar hacia el abismo...