Confesiones.-Capítulo 20



Capítulo 20

Confesiones.-


En el año 1989, estaba haciendo un edificio en Mairena para la expo 92, como jefe de obras contratado por Dragados, en la misma fecha estaba haciendo con mi empresa Reycon S.L. cincuenta viviendas unifamiliares en Gelve, fue mi primer batacazo económico pues al terminar la estructura el promotor se quito de en medio y se marchó a Argentina dejándome con todas las deudas...

La primera semana de mayo que coincidía con mi cumpleaños, fui a ver a Pedro a la casa de acogida de Caritas, comí con el en el comedor del centro con todos, una muchacha de 20 años me impacto especialmente por que tan joven estaba en una silla de rueda porque el sida la estaba consumiendo y no podía ni andar. Yo solo quería pasar un día tranquilo con Pedro y olvidarme de las tragedias que allí se veían...por cierto que a esa muchacha la vi meses después andando normalmente y parecía que ya no tenia nada, su recuperación me hizo agradecer a ese centro sus cuidados..

Después de comer nos fuimos a un precioso jardín que tienen y charlamos toda la tarde. Le quise preguntar el porque esos intentos de suicidio y me confesó que yo solo sabia de dos, el lo había intentado muchísimas veces de diferentes forma...Ángel, me dice, yo no quería vivir así, cada noche al acostarme le pedía al dios en el que dejé de creer que por favor me quedara dormido y no despertar mas. No podía dormir cuando no tenia para comprar droga y sabia lo malo que me iba a levantar, al despertar maldecía a dios por culparlo de seguir vivo, incluso sin creer en el lo culpaba por todo por desahogarme de alguna manera...

Enseguida pensaba en que forma podía desaparecer sin fallar...en una ocasión, me metí en el cuarto de baño, tapé con una toalla mojada el resquicio de la puerta y cerré la ventana...a continuación abrí la llave del gas de la bombona de butano y me tendí en el suelo. 
Recuerdo que cuando estaba perdiendo el conocimiento me decía, por fin, ahora si...
No fue así, a las dos horas me desperté de ese estado y comprobé que si bien había mucho gas, la bombona se había terminado y eso produjo que no muriera intoxicado, me sentí traicionado y frustrado. Tuve una alucinación en ese estado de semiinconsciencia, donde me veía entrando en un túnel con una luz muy fuerte al final, una sombra se percibía al fondo que me llamaba a la vez que me decía, aún no, tienes que volver, solo vendrás cuando yo te llame...había oído en ocasiones sobre ese túnel que la gente ve antes de morir y buscando información sobre ese fenómeno, se producía por la falta de oxigeno en el cerebro cuando este está fallando..

Me costó otras tres horas poderme poner de pie, inmediatamente llené la bañera de agua, me metí entero dentro y me puse una bolsa de plástico en la cabeza zambullendome, no podía soportarlo, me di cuenta de lo que tienen que pasar la gente que se ahoga y con desesperación rasgue la bolsa de plástico con la mano consiguiendo respirar, me desesperé aún mas pero no lo intenté de nuevo, me fui a la calle a buscar alguna chatarra para vender y quitarme el mono, pero la mente me seguía dando vuelta buscando nuevas ideas para terminar de una vez con todo...

A mi se me saltaban las lagrimas escuchándolo pues aunque fuera culpa suya lo que estaba pasando, me ponía en su piel y comprendía su desesperación y su dolor, pero le dije que no hay nada que justifique un suicidio, eso es solo para los débiles, tienes una vida que tienes que defender a toda costa y tienes que echarle cojones, la huida no es una opción para nadie...

Estabas pasando una depresión muy profunda y eso te lleva a buscar salidas, pero la única salida esta en ponerte en manos de profesionales que te ayuden, como en este centro en el que si pones de tu parte seguro saldaras victorioso de esta lucha...

En otra ocasión se metió en un centro evangélico en pleno campo lejos de Sevilla, el primer día lo pasó bien por que antes de entrar había consumido heroína, pero el segundo día se levanto fatal y pidió que lo llevaran a Sevilla, le dijeron que no, que tenia que aguantar unos días por su bien, por la tarde ya no aguantaba mas y cuando pidió llorando que lo llevaran se lo negaron de nuevo, al final le dieron un documento para firmar que aceptaba irse por propia voluntad, era invierno y al llegar le dieron un chaquetón para el frío, se lo quitaron y con solo una camisa lo pusieron en la puerta de la verja de entrada que estaba en un camino de montaña. hasta la carretera había varios kilómetros y tampoco lo quisieron llevar los malditos evangélicos... cuando llegó a la carretera a hacer autoestop, estaba a punto de desmayarse, un coche que pasó lo vio vomitando en plena carretera y lo recogió para llevarlo al hospital... 

Allí se sintió mejor cuando le contó al doctor que le pasaba y le inyectaron con algo. Le dijeron que esperara a ponerse mejor sobre una camilla tendido, cuando se encontró mejor, hablo con una señora para pedirle dinero para un taxi, pues no se encontraba bien y no llevaba dinero, la señora le dio mil pesetas y andando se fue a las tres mil viviendas a comprar un paquetillo...cuando ya se sintió mejor, se fue al centro a aparcar coches para sacarse para otro...

En otra ocasión se compró un bote grande de trankimacin de 50 comprimidos, un potente relajador  y somnífero, los machacó todos para que le hiciera efecto pronto y se acostó...despertó a los tres días sin saber donde estaba, no podía moverse, ni manos, ni piernas, nada parecía responder, permaneció mas de veinticuatro horas tendido boca arriba sin poderse levantar. Después de cuatro día desde que se tomó las pastillas, aún no tenia mono, se dijo que menos mal, por que no tenia fuerza ni para levantarse. Solo después de las 24 horas de despertarse, empezaron a responder las manos y las piernas y aún pasaron doce horas mal hasta que se pudo poner de pie...

Yo lo estaba escuchando alucinado, no podía ponerme en esa mente tan enferma que llegaba a hacer ese tipo de cosas, me llegó a decir cosas como que el no tenia ningún recuerdo feliz de su vida, no recordaba haber reído nunca y que se lo contó al psicólogo del centro, el le respondió que eso pasa con una depresión profunda que bloquea del cerebro que accede a los recuerdos positivos, que eso se iba a ir sacando poco a poco a la luz conforme mejorara en todos los sentidos...

Cuando me dijo que no recordaba nada alegre y que nunca había sonreído, empecé a reírme...¿por que te ríes?, por lo que veo no te acuerdas en el colegio del manicomio el día que salieron cuatro locas a trabajar en la huerta y yo te dije que si le pedías un beso a una de ella te daba mi postre...
te fuiste para una y le dijiste que te diera un beso, tendría como cincuenta años y tu solo dieciséis, te cogió en brazos y te dio tal beso que te metió hasta la lengua en la boca, empezaste a chillar hasta que te soltó mientras con la manga de la camisa te limpiabas la boca, a mi me costó el postre, pero lo perdí con mucho gusto por el tiempo que me estuve riendo y tu enjuagandote la boca...

Por primera vez lo oí en mucho tiempo riéndose con ganas y esas risas la atesoré dentro de mi como el mejor regalo que podía hacerme...fue un día en el que de nuevo tuve fe en el...

Captura de Berta.-Capitulo 20

Captura de Berta.-Capitulo 20

El chófer de la camioneta llegó a la jefatura de policía y declaró que había visto a la señora que buscaban en el convento, se dieron las órdenes y todos los medios se pusieron a las órdenes del capitán que iba a dirigir la detención de Berta.
Todas las salidas se cubrieron y procedieron a buscar a la novicia después de haberle consultado a la superiora enseñándole su foto.

Estaba sentada en su cama con una goma atada al brazo y una jeringuilla a punto de clavarse para hacer su último viaje, desde que oyó las sirenas de la policía lo decidió así y tenía preparado lo necesario, prefería morir de esa forma a terminar sus días en la cárcel. Un agente literalmente saltó sobre ella impidiéndole que terminara la acción y la esposó. En la sala de interrogatorios se negó a declarar hasta que no fuera su abogado, le permitieron hacer una llamada y llamó a Lucrecia, en media hora tenia uno...
El abogado pidió inmediatamente su puesta en libertad por falta de pruebas, no había cadáver y solo una bala sin pistola para relacionarla.

El fiscal llamaba desde su oficina a una empresa especializada en buscar minerales en el subsuelo que estaba dotada con equipos electrónicos de sondeos por ultrasonidos y dibujaban en una pantalla un mapa con las diferentes densidades del terreno.
Al llegar a la zona donde comían y retozaban los cerdos, una gran masa compacta se reflejó en la pantalla, el escáner térmico reflejaba más temperatura de lo habitual debido a la alta concentración de cal y material biológico…

Llamaron a una excavadora  con una pala grande, una pequeña y un punzón para romper y perforar y se pusieron a trabajar en la zona delimitada por el escáner.
La pala retiró con facilidad la capa de tierra vegetal que se amontonó a los lados y al llegar a una masa de hormigón se sustituyó por el martillo rompedor, el hormigón era relativamente débil como se utiliza para los rellenos, el pico rompía grandes trozos que empujaba hacia los lados y una maquina pequeña los alejaba.

El taladro entró como si fuera en mantequilla al llegar a una cierta profundidad y una masa de cuerpos de animales y cal se dejaba ver…
Con más cuidado a partir de ese momento, se iban sacando trozos más pequeños hasta dar con un cuerpo evidentemente humano. Los policías que supervisaban ese trabajo comunicaron a la jefatura el hallazgo y el fiscal habló con el abogado de Berta…
A la espera de las pruebas de patología, tenemos un cadáver que seguro era su marido.

El muerto sin ninguna duda era Bertín Osborne, aunque no le encontraron ninguna bala en su cuerpo ni orificio que pudiera pensar en muerte por disparo de arma de fuego.
Eso le extrañó mucho al fiscal que siempre miraba esa bala que tenia de un calibre treinta y ocho disparadas y se preguntaba de donde procedía.
Llamó a los operarios de las maquinas y le dijeron que no retiraran ningún escombro procedente de esa especial excavación, envió a una trituradora para convertir los fragmentos grandes en otros del tamaño de pelotas de béisbol…la pistola apareció…
Aunque eso no serviría para nada en el juicio contra Berta por que no había un cuerpo al que asignar la muerte por disparo…y desde luego nunca lo habría porque se lo comieron los cerdos como carne picada, quizás alguno de ustedes tengan de pronto  don de tenista, si así es, puede que le gustara la hamburguesa que se comió…


Una buena mujer.-Historia 20

Historia 20.- Una buena mujer

Ya dije en el prólogo de esta novela que no todas las mujeres son iguales y en esta historia 20 quedará refutado por ser de primera mano y totalmente personal...las demás son invenciones, esta no lo es.

María se quedó embarazada de su novio militar en un pueblo donde vivía con su familia, en estos días que una mujer se encuentre embarazada sin estar casada, no supone tanto trauma como en aquellos años de la dictadura tanto política como religiosa y todos los fieles cristianos y los ateos, te señalaban con el dedo haciendo que la convivencia par una mujer fuere un verdadero castigo...

Cuando su embarazo empezaba a ser visible, esta señora dejo a sus amigos y a su gran familia y sin nada se fue a Sevilla, se presentó sola en la casa cuna donde estaban los niños sin familia y sin hogar y allí pidió trabajo. Le exigieron para ello dar el pecho a otros niños lactantes a la vez que trabajaba de costurera y daba clase a los pequeños. Dormía  y comía en la institución trabajando 20 horas al día hasta que nació su hijo al que amamantaba como lo hacía con otros.

Para ella fue una etapa dolorosa el ver crecer a su hijo tan cerca y con tan pocas oportunidades de tenerlo en sus brazos cuando estaba destetado, por la estrictas normas del centro, pero se sentía feliz de tenerlo cerca y una idea fija en la cabeza, poder tener alguna vez a su lado un hombre que hiciera las veces de padre para su hijo.

Ese padre llegó cuando conoció a un profesor soltero del nuevo colegio interno donde trasladaron a su hijo al cumplir los once años. En el internado el niño era feliz, siempre convivió con otros niños y jamás se sintió solo, pero el día que fue su madre a verlo y junto al profesor le dijo que se iba a casar para que el tuviera una familia como las demás y una casa donde vivir cuando terminara los estudios...lloró toda la noche al sentir la soledad en su vida entre cientos de niños mas...

Por primera vez pensó en esas familias que veía por la calle con sus hijos y se puso en esa situación necesitando más que nunca vivir junto a sus padres. 
Después de que se casaron y el niño terminó sus primeros estudios, por fin se fue a vivir con ellos, María seguía trabajando por que decía que su hijo era su responsabilidad y tenía que tener lo suficiente por ella misma sin necesitar a su marido y en previsión de cualquier separación, pues muchas veces le dijo a su hijo que se casaba para darle un hogar y una familia...

María vivió por y para su hijo cada día de su vida, incluso inmersa en un matrimonio de pacto que pocas satisfacciones le proporcionaba por la especial rebeldía de su hijo a las normas establecidas. Pero se mantuvo imperturbable a los vaivenes de la vida y amara o no a su marido, permaneció junto a él hasta el día de su muerte...y me amó como jamás vi un amor tan desinteresado y profundo en ninguna otra mujer que conociera...

Todas las personas que la conocieron me decían lo mismo, tu madre es la mejor persona que conozco, de buena que es parece tonta y a mí se me saltaban las lágrimas al recordar cuantas veces me perdí un abrazo suyo por no estar a su lado...
Tú ya te fuiste María, pero no hay un solo día de mi vida que estés ausente de mis pensamientos.

De vuelta a la aldea.-Capítulo 20

 
Capítulo 20.-De vuelta a la aldea

Al comienzo de la primavera, la pareja ponía rumbo de nuevo a la aldea, dos mulas  lo acompañaban cargadas de cuanto necesitaban para cumplir los planes que habían trazado. En el pueblo no mencionaron nada de lo que había pasado en la aldea, la venganza era solo suya y no quería intromisiones de alguaciles o curiosos.

Aparentemente todo estaba igual cuando llegaron, pero al entrar en una de las chozas, tres hombres descuartizados y a medio devorar, estaban tendidos muy cerca unos de otros en el suelo con las cámaras de sus escopetas vacías y cartuchos por el suelo.
La choza estaba plagada de ratas, pusieron una jaula delante,  echaron antorchas dentro para que salieran y todas quedaron atrapadas. Las metieron en un saco…serian útiles.
No había signo de más intrusos por los alrededores y se llevaron los cuerpos al cementerio para enterrarlos en otra fosa común. Sobre la cruz pusieron un tres y ese fue todo su epitafio. Pronunciaron una breve oración y se encaminaron a su choza.

Descargaron las mulas y ordenaron dentro todo lo que traían, la dinamita era abundante, tabletas prensadas con hojas de adormidera, otras raíces y setas venenosas  que producía alucinaciones y desequilibrio, un pico y una pala, grandes clavos de hierro, una maza de hierro, un rollo completo de alambre de espinos que desenrollaron y cortaron aproximadamente en trozos de diez metros, una gran cantidad de carne de burro sin huesos y munición para las escopetas…casi todos los comestibles que trajeron, eran a base de embutidos, carnes y pescado seco y latas en conserva, no podían dedicarse a ir de caza porque lo querían tener todo preparado para el día siguiente.

Cargaron las tres escopetas que pusieron junto a la mesa donde se iban a sentar a comer, se había hecho tarde, eran las diecisiete horas y en dos más empezaría a oscurecer.

Los hombres que habían encontrado, parecían llevar varia semanas muertos y no creían que esas bestias estuvieran cerca de la aldea con tanto tiempo sin aparecer nadie por allí,
La comida transcurrió sin ninguna sorpresa y al hacerse de noche se acostaron, querían levantarse muy temprano, a las tres de la mañana cargaron las mulas y se pusieron rumbo a la cueva, por un camino distinto al que tomaron la última vez.

Iban subidos sobre la carga de las mulas, los animales llevaban un buen paso y por la tarde a las seis, divisaban la cueva a lo lejos, por el momento no se querían acercar más, necesitaban antes de intentar cumplir los planes, confirmar que estaban dentro.

La luz del día se disipaba lentamente para dar paso a una hermosa luna que les permitía ver sus alrededores, se sentaron a cenar, queso de oveja, carne salada y un trozo de jamón de cerdo curado, bebieron de la bota vino con moderación, para no embotar sus sentidos y permanecer alerta ante cualquier peligro.
Con las escopetas cargadas y dispuestas a su lado, decidieron dormir por turnos de dos horas cada uno para permanecer en cada momento vigilante.

Por tres días se quedaron en el mismo sito vigilando la cueva sin que notaran la presencia del hombre o los animales, al amanecer del cuarto día los ladridos de los perros le alertaron, los vio entrar en la cueva e inmediatamente se pusieron en marcha.

Javier llegó por encima de la cueva con una mochila cargada de explosivos, encendió la mecha y la tiró a la entrada, se desprendió toda la roca de encima tapando la salida de la cueva, la bóveda era poco gruesa y se escucharon ladridos y maldiciones… Lucrecia se sentó junto a él, descansemos un rato y terminemos con esta pesadilla…