Historia 2.-Incongruencias.Relatos

Historia 2.-Incongruencias.
Rafael suspira de amor cada vez que está con su amada Laura, solo llevan seis meses de novios y piensa que es la mujer de su vida, aunque apenas ha cumplido los diecisiete años y ella los dieciséis, sienten que son la pareja perfecta...se conocieron en el instituto y siempre que se cruzaban, se dedicaban una mirada especial, hasta que un día un amigo común los presentó y sus vidas parecían unirse para siempre...

Observándolos juntos mucho tiempo, uno llegaba a sentir empalago de sus ronroneo continuos, sus caricias
y las cursis palabras que se dedicaban continuamente...¿quién es la gatita más linda?...ella, miauuuu... y como si quisiera arañarlo, le pasa los dedos por la cara y le dice...¿quién es el león más guapo y fuerte del Instituto?...Grrrrr, te voy a devorar entera...pero solo se quedó en un frugal beso en la cara...

El beso fue breve, porque al acercarse a besarle, el vio cerca a Lorena, una joven explosiva de hermosos pechos que procuraba siempre resaltar con escotes generosos que hacían babear a sus compañeros y que con frecuencia, los hacía babear un metro más abajo de sus bocas,  cuando indiscriminadamente se iba con unos y otros para aplacarles el nivel de su testosterona y ella seguir sintiéndose la más deseada y puta...

Rafael, le decía cosas hermosas a Laura, mientras por encima de su hombro miraba a Lorena que le sonreía sentada en un banco abriendo y cerrando las rodillas y produciéndole una erección...le dice a su amada... mira como me pones...y llevándole su mano a la entrepierna se la aprieta y ella reacciona dándole un bofetón...el se siente ofendido y le recrimina que es una estrecha.
Amor por favor, no te sientas mal, aún es pronto para eso, el la besa en la boca y con delicadeza le toma la mano y se la pone de nuevo en su entrepierna,. Crees de verdad que es pronto, mira como me pones, sin dejar de mirar el movimiento de las piernas de Lorena...está bien mi amor, esta tarde cuando salgamos del Instituto te voy a demostrar cuanto te amo...

Ella se marchó a una clase de matemáticas y el se quedó sentado en el césped mirando ahora descaradamente a los muslos de Lorena que se habían quedado abiertos sin moverse en una actitud obscena y retadora...se levantó y camino hasta su banco, ella sonriendo le preguntó, ¿ya se fue tu novia?, no es mi novia, solo una amiga, pues quién lo diría con lo acaramelado que estabais... se fijó en el bulto de su pantalón y le dijo...¿te ha puesto ella así o yo?...tu claro, ella es una estrecha...¿tú la amas?., para nada...
Vayámonos de aquí que te voy a bajar los humos y todo lo que tienes subido...

 A las ocho de la tarde en que había quedado con su novia Laura, Rafael aún estaba jugando al escondite con Lorena, aunque más propio es decir, que parte de Rafael seguía escondido dentro del cuerpo de Lorena mientras le decía que estaba loco por ella y la amaba con toda el alma...dejaron de jugar después de las nueve de la noche y cada uno se fue a su casa, aunque la verdad es que solo Rafael se fue a su casa porque Lorena, tenía un nuevo compromiso para jugar con un profesor del Instituto...quería aprobar a toda costa.

Esa noche, Rafael no podía dormir por haber mentido a su novia cuando la llamó por teléfono y le dijo que había tenido que ir al hospital por un asunto urgente de un familiar, ella le dijo que no se preocupara, que al día siguiente sabría cuanto lo amaba entregándose por completo a el...cuando le dijo eso por el móvil, Laura tenia encima a un compañero del Instituto que le había dicho donde se encontraba su novio y que estaba cabalgando con Lorena, se lo demostró llevándola a pocos metros entre unos arbustos donde se encontraban y a pocos metros de ellos se tumbó y abriéndose de piernas le dijo al chico...soy tu gatita, miauuu y tú te me vas a portar como un león...

Rafael y Laura siguieron adelante con su noviazgo y llegaron a casarse cuando ella se quedó embarazada, ella siguió teniendo relaciones sexuales con el chico que la había hecho ronronear de placer por primera vez convirtiéndola en una gata en celo, cuyo furor uterino no podía aplacar su león,  poco a poco, Rafael se convirtió en un gatito mientras Laura rugía de placer con su amante.

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